Modernización tributaria: a votar

Luis Larraín

Este jueves se cumplen ocho meses desde que el gobierno ingresara a trámite legislativo en la Cámara de Diputados su proyecto de modernización tributaria. En todo este período, pese a las múltiples reuniones que el ministro de Hacienda ha sostenido con técnicos de la oposición y parlamentarios de la Comisión de Hacienda de esa corporación y las extensas y detalladas minutas intercambiadas, aún no se ha logrado que ellos aprueben siquiera la idea de legislar.

Cabe señalar que durante la administración anterior, esa misma comisión, presidida también por el diputado Pablo Lorenzini, demoró tres semanas en aprobar la idea de legislar con el apoyo de todos los sectores y tres meses en la tramitación del proyecto completo. Como lo han dicho el ex director del SII Javier Etcheverry, y el ex ministro de Hacienda Eduardo Aninat, no hay precedente en el último tiempo de un rechazo a la idea de legislar en una reforma tributaria.

En todo este proceso, el ministro Felipe Larraín ha mostrado gran disposición a acoger los planteamientos opositores, referidos básicamente a aumentar la recaudación y a introducir nuevos tributos que mejoren su progresividad, que se vería afectada por la reintegración de impuestos. Ello le ha valido las críticas de su propio sector, en el sentido de que la modernización tributaria se estaría desdibujando, y dudas acerca de si estaría logrando sus objetivos originales de fomentar la inversión y el crecimiento. En efecto, gran énfasis en subir la recaudación terminaría en un proyecto que en definitiva significa alzar la carga tributaria, lo que atenta contra la idea de esta reforma.

Luego de varias postergaciones, se ha establecido como fecha para la votación en general del proyecto el próximo día miércoles. Para ello el ministro se comprometió a presentar el día de ayer una última propuesta a la comisión de Hacienda, lo que hizo al momento en que escribimos estas líneas.

El ministro informó que se extenderá el incentivo de depreciación que establece el proyecto y se sumarán nuevas propuestas para mejorar el régimen especial para pymes. También anunció otras medidas para combatir la elusión y la evasión, sin que sea posible emitir opinión sobre ellas sin conocer el texto, y comprometió recursos para el fortalecimiento tecnológico del SII. Adicionalmente, el gobierno señaló que incorporará al proyecto una rebaja a las contribuciones de los adultos mayores vulnerables y de clase media. En relación al financiamiento de gobiernos regionales, además del aporte a las regiones del 1% de los grandes proyectos que se había anunciado, el ministro señaló que enviará al Congreso un proyecto de ley en el mes de octubre que contemple nuevas fuentes de ingreso para las regiones.

Uno puede tener distintas opiniones acerca del contenido de esta última propuesta del ministro Larraín, pero creo que podemos convenir en que, si se trata de legislar de buena fe, ha llegado la hora de votar la idea de legislar. No es presentable que se tarde más de ocho meses en votar en general el proyecto en la comisión que lo ha estudiado todo este tiempo.

La oposición ha argumentado que, dadas las iniciativas en materia de ley en el ámbito tributario que establece nuestra legislación, sus prerrogativas se ven disminuidas a partir de la aprobación del proyecto en general, por lo que necesitaba más seguridades acerca de recaudación y compensaciones. El ministro las ha entregado; ahora la oposición debe decidir, de una vez por todas, si está dispuesta a legislar en materia tributaria.